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martes, 5 de julio de 2011

LA CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA

LEY PARA PREVENIR, EVITAR, REDUCIR Y CONTROLAR
LA CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA

En las últimas décadas la exposición a fuentes de campos electromagnéticos (CEM) producidas por los seres humanos ha aumentado de modo constante debido a la demanda de electricidad, la expansión de las tecnologías inalámbricas cada vez más sofisticadas. Eso hace que en la actualidad cada ciudadano está expuesto a una mezcla compleja de campos eléctricos y magnéticos de diferentes frecuencias.
            A medida que crecen estas instalaciones aumenta también la exposición de la población a las radiofrecuencias.  Solo con saber que en Argentina existen casi 1.4 de teléfonos móviles por habitante podemos imaginar la cantidad de antenas diseminadas por todo el territorio que se necesitan para mantener dicho servicio.
            Numerosas investigaciones científicas alertan de los graves efectos que pueden causar las exposiciones a largo plazo de las radiaciones de campos electromagnéticos (CEM) y de radiofrecuencias (RF), producidas por la telefonía móvil, sistemas inalámbricos, líneas de alta tensión, transformadores, etc., en los niveles a los que estamos expuestos actualmente y  recomienda, con carácter de máxima urgencia a las autoridades públicas y sanitarias la reducción drástica de los niveles de exposición permitidos hacia niveles inferiores.
Los niveles recomendados por científicos son miles de veces menores a los permitidos en Argentina.
Por su parte la Organización Mundial de la Salud, el 31 de mayo del corriente, a través de la la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, clasificó los campos de radiofrecuencia electromagnéticos que emiten esos aparatos como potenciales causantes de cáncer de cerebro.
En el mundo hay una creciente tendencia a legislar sobre el tema: "Las normativas se centran en otorgar protección sanitaria a los ciudadanos frente a los efectos adversos conocidos para la salud. Los efectos menos probados han sido tomados en cuenta  expresamente sobre la base del principio de precaución.
            En ese sentido, y con una gran preocupación, es que presentamos este proyecto de ley para reducir las emisiones electromagnéticas no ionizantes en las frecuencias de 100 KHz a 300 MHz y regular la instalación de antenas y otras infraestructuras.   De esta forma se propone la derogación de los límites actualmente permitidos por una normativa de 1995 ( Resolución 202/95). Desde aquella época la expansión de las fuentes de radiaciones ha creado niveles sin precedentes de los campos electromagnéticos artificiales que ahora afectan a todos ciudadanos.
Hoy nos encontramos con un mayor número de antenas (para responder a la demanda de 55 millones de teléfonos celulares, más redes de Internet, más radios y televisión…), muchas de ellas instaladas a metros de viviendas, en patios de escuelas o azoteas de edificios. Ello implica un gran número de personas con exposición crónica a radiaciones durante muchas horas del día, todos los días,  con una normativa obsoleta que no las protege. 
Existen y se utilizan en otros países, que establecieron hace años estandares más protectivos, otras tecnologías alternativas que bajarían drásticamente las emisiones electromagnéticas actuales, por ejemplo tecnologías de emisión distribuida como cables coaxiles con pérdidas. Esto es posible, cuidar la salud de la gente es posible, solo se requiere un marco normativo, voluntad política y responsabilidad empresaria.
Los conflictos ante la instalación de antenas en los barrios, las causas judiciales iniciadas en contra de dichas autorizaciones, los reclamos efectuados ante los municipios son moneda corriente. Y esto no sucede solo en Argentina, en muchos otros países,  los movimientos sociales y ambientales que solicitan la revisión de la normativa y  protección de la salud humana se multiplican. 
Proponemos: niveles de emisión notablemente más bajos, evaluación de impacto ambiental y audiencia pública previa a la instalación de una antena u otra infraestructura que emita radiaciones, la prohibición de instalar antenas en establecimientos sanitarios, educativos, culturales, parques o plazas o a menos de 500 metros de estos, la creación de un consejo consultivo de expertos y ciudadanos que recomiende y colabore con la autoridad de aplicación, un registro único nacional de antenas, entre otras cosas.
Hay evidencia científica que  la exposición a largo plazo y acumulativa a la contaminación electromagnética,  masivamente creciente,  que no tiene ningún precedente en historia humana ocasiona graves problemas de salud. Es hora de abrir un debate que gran parte de la sociedad está requiriendo.  

 011 6310-7123

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