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miércoles, 27 de junio de 2012

Audiencia Pública de Acumar en Lanús



El espacio Inter-Cuencas, del cual participa Espacio Oikos, ha elaborado un documento con el fin de aportar a la discusión, en el marco de la Audiencia Pública convocada por Acumar.



Ciudad de Lanús, 27 de Junio de 2012




Audiencia ACUMAR

          Ante la convocatoria de la autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) a la reunión de la comisión de Participación Social de Cuenca Media y Baja para tratar los temas de residuos sólidos urbanos (RSU) y la situación de las industrias, como integrantes del Espacio Intercuencas queremos aportar los siguientes comentarios, preocupaciones y propuestas referidos a la aplicación del Plan Maestro para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos de la Cuenca (PMGIRSU-CMR) que se presentan como la planificación detallada de la estrategia relativa a la gestión de residuos sólidos urbanos para el período 2011-2024, a fin de dar respuesta a la problemática de los residuos existente en dicho ámbito.
         
El Plan Maestro de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos de ACUMAR, incorpora a todos los municipios que integran la Cuenca, estén éstos incluidos o no en el sistema establecido por el Decreto Nº 9.111/78 y su normativa complementaria y se proyecta hacia toda la Región Metropolitana.

Al analizar el Plan propuesto se observa que se prioriza más la lógica de negocios asociada con la gestión de RSU, que a proponer una estrategia integral de tratamiento de los RSU.

El propio Documento Base sostiene que el modelo existente de gestión de residuos de entierro en los denominados rellenos sanitarios se encuentra en crisis y se deben considerar otras alternativas de solución.

         En primer lugar cabe destacar que ha colapsado la modalidad de gestión de rellenos sanitarios gestionado por la CEAMSE. Esta sociedad de estado, creada por la dictadura militar, tiene una genealogía no sólo institucional sino tecnológica que, priorizando el “relleno sanitario” de entierro de los RSU,  ha tendido a preservarse, reforzar su autarquía y a desplegar estrategias de transferencia de rentas al sector privado vía tercerización. Esta sociedad integrada por la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires, bajo la figura  jurídica de Sociedad de Estado opera con un alto margen de autonomía institucional y discrecionalidad en la gestión empresarial que le ha permitido evitar, limitar y/o condicionar todo control externo. Ambas jurisdicciones son co responsables de esa situación por sostener y mantener el modelo de entierro de RSU y el pago por tonelada, que va al “relleno sanitario”, que hoy se reconoce en crisis.

La CEAMSE ya ha demostrado las negativas consecuencias medioambientales que ha generado y al respecto hay suficiente explicitación argumental que ha motivado la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para la Cuenca Matanza Riachuelo, el Informe del Defensor del Pueblo de la Nación sobre la Cuenca del Río Reconquista, informes de centros académicos, como el caso de CIMA (Centro de Investigaciones del Medio Ambiente) –Facultad Ciencias Exactas de la  Universidad Nacional de la Plata- “Auditoría de los trabajos de relevamiento de Biota, calidad de los recursos Agua, Aire y Suelo” en el sitio de disposición de residuos cerrado de Villa Domínico. 

El Plan de ACUMAR incorpora a esta empresa en la gestión de recupero de RSU y en la instalación de plantas de termovalorización energética de los RSU en acuerdo con ENARSA.

Pese a que la CEAMSE, que opera en Norte III informa sobre el aporte que realiza al reciclado de RSU a través de las plantas sociales, los trabajadores que integran estas plantas desde hace años vienen denunciando la falta de apoyo en su actividad, denunciando la desidia de esta empresa en sostener la actividad de separación y reciclado de RSU aportando al equipamiento y acceso a los camiones que ingresan en esos predios. Recientemente estos recuperadores urbanos ex cartoneros han tenido que realizar acciones directas para ser escuchados. La promesa de salir de la calle para trabajar bajo modalidad cooperativa en las Plantas sociales, no ha tenido los resultados esperados por falta de apoyo del CEAMSE.

En segundo lugar el documento de ACUMAR reconoce la ”existencia de un circuito informal de materiales recuperados” (…) que termina en las industrias”,  pero no profundiza sobre este aspecto, sólo señala los inconveniente que trae aparejado el trabajo de los recuperadores informales que se inicia con una preselección en vía pública, continúa en una segunda selección, normalmente realizada en sus mismos hogares, en zonas cercanas a ellos o de los “depositeros”, con el consiguiente vertido de los materiales no aprovechables en lugares no adecuados para tales fines, propiciando las condiciones para la formación de nuevos basurales.”

Por el contrario queremos enfatizar la necesidad de incorporar al debate la heterogénea trama de acopiadores privados, intermediarios formales e informales, testaferros de empresas y/o de diversas estructuras político clientelares, tanto en la CABA como en el Conurbano, que opera en la actualidad. Además de los postulados Centros Verdes en el ámbito de la CABA, como de los predios de acopio informales de cartoneros, predominan los acopiadores privados -nexos con la industria que sobreexplotan a los cartoneros pagando lo que les conviene a estos intermediarios. Estos son también actores que participan de la recuperación.

Es esta cadena de intermediación la que permanece en negro y oculta, tanto en las discusiones sobre como instrumentar la denominada ley de basura 0, como ahora en el PMGIRSU-CMR.
 
Las empresas que utilizan como insumos los materiales recolectados operan en base a una gran masa de cartoneros atomizados y a la operatoria en negro de la intermediación de esa cadena de valor. Las grandes empresas que controlan mercados concentrados son las que fijan los precios sin ningún tipo de reglamentación y control. 

          En la ciudad de Buenos Aires los contratos para licitar Recolección de RSU, presentaron un discurso agionardo que postuló la inclusión social de los recicladores urbanos y un conjunto de objetivos genéricos tendientes a reducir el entierro de RSU; pero al analizar las condiciones de operatoria de las empresas se observa que persiste el mismo modelo de negocios que privilegia y asegura rentas estables y seguras a las empresas contratistas, no define metas claras de reducción del entierro de residuos y no asegura que las propuestas de inclusión social de los recuperadores urbanos se pueda efectivizar, las cooperativas que participan de la recolección de RSU secos constituyen un avance en el recupero pero no alcanzan para asegurar el sostenimiento del servicio de recolección.

          En la Provincia de Bs. Aires la Ley 13.592, de 2006, facultó a los Municipios a manifestar su continuidad o no con la CEAMSE, dentro de los tres meses de entrada en vigencia. Y propuso implementar, formular y aprobar, Proyectos de gestión integral de residuos en los Municipios o regiones.  Algunos municipios generaron planes propios, son los casos de “experiencias piloto” de recolección clasificada por zonas, sin poder de decisión, sólo a voluntad de los vecinos; otro (Brandsen) inauguró una cuestionada  Planta de Separación; y otros proyectos fueron más grandes, como en Florencio Varela y Berazategui el proyectado Parque Ambiental en un predio ubicado en la zona agrícola de El Pato - Ing. Allan; o el CARE (Centro Ambiental de Recomposición Energética) en La Matanza. Éstos, incorporando tecnologías novedosas, remodelan el viejo criterio de los rellenos sanitarios, pero aprovechando una parte de la basura para convertirla en energía a través de la llamada gasificación por plasma. Se propone negociar una parte de la basura y encuadrarse en las nuevas tendencias mundiales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y por qué no, en los mecanismos financieros disponibles. Es decir hacer algunos pesos, pero no modificaciones estructurales, la mínima: recolección diferenciada.

          Como miembros de diferentes asambleas, ONG, foros de salud, foros hídricos, profesionales y vecinos, los integrantes del Espacio Intercuencas RRR diferenciamos el “Problema de la basura” del “Negocio de la basura”. Y como tal, lo enmarcamos como cuestión de Salud Pública.

En éste sentido denunciamos y rechazamos:
-  Rechazamos el convenio firmado entre provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma para seguir ampliando y proyectando modelo CEAMSE.
- Rechazamos seguir con la aplicación del decreto 9111/78 como método de tratamiento de los RSU.
-  Rechazamos considerar los RSU como combustible, para paliar la matriz y déficit energético.
-  Rechazamos el convenio firmado entre ENARSA y la Municipalidad de La Matanza para la construcción del Complejo Ambiental de Reconversión Energética (C.A.R.E.).
-  Rechazamos la intromisión de ACUMAR en jurisdicciones fuera de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Parque de valorización Energética Norte III).
- Rechazamos todo intento de incineración, oxidación térmica, depolimerización  catalítica, u otro método similar, donde los residuos sean considerados como combustible.
-  Rechazamos el actual sistema de recolección y compactación de residuos.
- Rechazamos la transferencia e importación de tecnologías experimentales para el tratamiento de RSU.

Las políticas públicas no deben comenzar en el: SEPARE, sino involucrar todo el ciclo de vida de los materiales, vinculado con el modo de producción.
Los subsidios para reconversión tecnológica (ACUMAR) y los fondos de “Producción + limpia” (Nación) deben incorporar éstos criterios
Promovemos (desde hace 19 años!) una ley general de envases, gestión post consumo de envases, responsabilidad del fabricante.
Implementar sistemas de recolección y transporte de residuos que no involucren compactación de materiales recuperables secos u orgánicos, dado que resultan plantas móviles de procesamiento que destruyen lo re-aprovechable

Saneamiento y remediación de tierras de todos los rellenos sanitarios actuales y los cerrados, y recuperación de lo que allí se pueda recuperar.

Respecto a los residuos no recuperables ni reutilizables, analizar la procedencia empresaria, trasladar el cargo del costo del pasivo ambiental, estudiar y proponer el reemplazo de esos materiales en el proceso productivo por materiales recuperables o reutilizables y disponer su disposición garantizando que no contaminaran, de ninguna manera.

Entendemos que cualquier alternativa de gestión integral de RSU debe incluir entre sus objetivos centrales blanquear la cadena informal de recolección diferenciada. Difícilmente pueda haber alternativas de inclusión social de los recuperadores urbanos independientes sin someter a debate la cadena de intermediación informal de la que participan.

Definir que la autoridad de aplicación de la GIRSU tenga facultades para regular los precios de mercado, p. ej. Incorporando precios sostén cuando las fluctuaciones del ciclo económico afecten la rentabilidad de los RSU recuperables, y para brindar condiciones de mayor transparencia para disputar mejores condiciones de pago para los cartoneros.

Mientras tanto proponemos un conjunto de medidas que debieran tramitarse conjuntamente con cualquier modalidad de la gestión de RSU:
Cierre de los rellenos sanitarios de Gonzales Catán y Ensenada y multiplicación de la cantidad de plantas de selección y separación de residuos de Norte III hasta lograr la recuperación total de los residuos secos y orgánicos. (30% y 50% de los residuos respectivamente).

Conveniar entre la CABA y la Provincia de Bs.As.:
El fortalecimiento de las plantas sociales de recuperación de RSU existentes en CEAMSE, con equipamiento de materiales, máquinas e infraestructura necesarios para su buen funcionamiento. Apoyo técnico, contable y financiero, a las organizaciones que gestionan las plantas sociales, que permita la regularización y eficientización general de su actividad.

. la Instalación de plantas sociales de tratamiento de orgánico en los Eco-puntos para profundizar la recolección diferenciada y sumar valor agregado con los materiales recuperados y reciclados.

Las Plantas sociales debieran tener asegurada la incorporación, de todos los trabajadores de las plantas, al sistema de salud y al régimen previsional, nacional o provincial, con aporte de los mismos a cargo del Estado.

Re-direccionar los gastos de enterramiento a la recuperación y reutilización, con condiciones  de trabajo justo y pago digno. De igual manera aplicar, transferir, lo que se está dispuesto a erogar en la implementación y transporte a los nuevos Rellenos Sanitarios propuestos, a la selección, recuperación y re-aprovechamiento de RSU.  

Blanqueo y determinación del costo empresario de gestión, tanto en los contratos de la CABA y Municipios de la Región Metropolitana, de recolección de RSU, así como los de enterramiento en la CEAMSE, para conocer el ahorro posible de ser gestionado de manera pública directa.

Incorporar en los contratos de recolección de RSU de cada ciudad metas de recuperación y reutilización  de los residuos orgánicos, que propendan a fomentar el pago por tonelada recuperada y no por tonelada enterrada. Específicamente se plantea la identificación y censo de Grandes y Medianos Generadores de residuos húmedos y el transporte a plantas de compostaje – con recuperación de gases y tratamiento de lixiviados - en la ciudad o en las que se especifiquen mediante convenio.

Una política de inclusión debe ser universal para todos los cartoneros censados o pasibles de registrarse, estén organizados en cooperativas o trabajen como independientes,  operen regular o intermitentemente en diversas zonas de la ciudad. Los registros varían, pero se estima que entre 6000 a 9000 cartoneros operan en la ciudad de Buenos Aires. La inclusión debe formularse desde un programa definido como política pública, tendiente a fortalecer la experiencia cartonera que opera tanto bajo la modalidad cooperativa como independiente. Tanto los cartoneros independientes como cooperativizados debieran tener todos los mismos derechos. Nadie puede forzar la cooperación, esta no puede ser sustentable sin incentivos que permitan redefinir la percepción de costo beneficio entre la opción cooperativa y la cuentapropista. Sin incentivos del sistema público y dentro del mismo de su modalidad cooperativa, difícilmente puedan darse condiciones para que los recolectores independientes opten por un trabajo cooperativo.

          Este reconocimiento de los recuperadores urbanos debe ser el primer paso hacia la constitución de una empresa pública estatal que encare una gestión integral de RSU que  priorice diversas modalidades de separación selectiva en origen, reducción, recuperación, reciclado y compostaje de residuos sólidos y secos. En nuestra perspectiva la GIRSU debe ser una política de estado pública, gestionada por una nueva empresa que  incorpore a los empleados existentes de las concesionarias y a los recuperadores urbanos y que pueda articular con las cooperativas de recuperadores urbanos alternativas conjuntas de gestión pública no estatal bajo un estricto control de parte de la comunidad.

          No podemos considerar como un Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) los sistemas actuales de tratamiento de residuos  y las tecnologías propuestas que alientan el  desmesurado consumo, la contaminación del agua, suelo y aire, la utilización de recursos naturales no renovables como combustible para tecnologías experimentales de incineración encubierta. Como sociedad debemos tener una proyección favorable para evitar los enterramientos y la incineración de residuos y para incrementar de manera responsable e imprescindible el recupero de lo que son materiales en circulación - hoy mal llamados residuos - de modo que puedan generar mayor inclusión social, empleo y valor agregado, y se avance hacia la dignificación del pueblo y el logro de ciudades ambientalmente sustentables. Para el logro de estos objetivos es fundamental que se cumpla con el proceso de acceso a la información, oportuna y veraz, de la población.

                                                          

  Saludamos a Usted atte.


Espacio InterCuencas

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